El evangelio de este fin de semana, Juan 15; 1-8, titulado: "La vid y los sarmientos".  Cristo es la vid. Somos Sus ramas.

Como cristianos, asumimos el manto del apostolado y la responsabilidad de "llevar mucho fruto".  Para completar esto, debemos permanecer en la vid, firmemente arraigados en las enseñanzas de Cristo que nos han sido transmitidas a través de los sacramentos y alimentados por el Espíritu Santo. En la vid, en esencia permanecemos en la verdad del evangelio, seremos podados y guiados por el Espíritu Santo para dar más y más fruto. 

Recordando nuestras recientes confirmaciones, los frutos del Espíritu Santo son: amor, alegría, paz, paciencia, benignidad, generosidad, fidelidad, modestia, continencia y castidad. (Catecismo de la Iglesia Católica). Oremos para que, durante este resplandor esperanzador de la Pascua, podamos vivir la promesa de la Resurrección y convertirnos en testigos de Cristo resucitado, siendo fieles y, en todos los sentidos, instrumentos de esperanza, paz y amor. 

Padre Miguel Ronayne